Expertos del BID destacan capacidad del país para impulsar energía eólica y solar
La fuerza está en el viento y en el sol: un contundente informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) destacó la capacidad de Costa Rica para impulsar las energías eólica y solar.
Los expertos del organismo multilateral analizaron la matriz energética del país y realizaron proyecciones a futuro. Las conclusiones del documento, publicado a finales de febrero anterior pero que ahora está empezando a conocerse, ponen énfasis en la capacidad para aprovechar las llamadas Energías Renovables Variables (ERV), frente a otras fuentes de energía.
La Asociación de Productores de Energía (Acope) realizó una actividad el martes 6 de junio en el hotel Crowne Plaza Corobicí para dar a conocer el estudio y fomentar la discusión sobre el tema energético. El evento contó con la participación de decenas de representantes de empresas del sector.
El español Carlos Echevarría, especialista regional senior en energía del BID, explicó los alcances y detalles del estudio. Según documentaron, ya el país puede suplir su demanda energética con fuentes renovables -como la hidroeléctrica- durante la estación lluviosa, pero todavía depende de alguna generación térmica de diciembre a mayo.
“Hay espacio para impulsar las nuevas energías. Según quedó comprobado en el estudio, por lo menos en el ámbito de la transmisión no es necesario realizar inversiones adicionales más allá de lo que está previsto en el plan del ICE. Con una distribución geográfica adecuada es posible incorporar esas otras energías”, explicó Echevarría.
En la actualidad los proyectos eólicos representan cerca del diez por ciento de la matriz energética de Costa Rica, mientras que la generación fotovoltaica (solar) prácticamente está en cero.
Posteriormente, se realizó una mesa redonda en la que participaron Irene Cañas, viceministra de Energía, Mario Alvarado, Director Ejecutivo de Acope, y Carolina Sánchez, secretaria de la Asociación Costarricense de Energía Solar. La exdiputada Marielos Alfaro se encargó de moderar la conversación.
Alvarado, de Acope, afirmó que el sector privado está en condiciones de asumir el reto de nuevos proyectos de energías renovables.
Por su parte, Carolina Sánchez, afirmó que la regulación actual todavía plantea limitaciones, pero que poco a poco el país va madurando sobre el tema.
En tanto, la viceministra Cañas recordó que depender mucho de las centrales hidroeléctricas implica un factor de vulnerabilidad. “Hay años de abundancia y años de sequía”, recordó, lo cual acentúa aún más la importancia de buscar otras fuentes.
El estudio del BID también incorpora las siguientes conclusiones:
• Distribuir por todo el país las nuevas energías, en lugar de concentrarlas en una sola zona.
• Debe desarrollarse un método más avanzado para determinar la demanda de reservas basándose en la carga y las fluctuaciones de las energías renovables.
• Todo los países de Centroamérica están buscando maneras de expandir el porcentaje de ERV. Una mejor interconexión regional contribuiría a ahorros para todos los involucrados.
• Las energías eólica y solar permiten ser aumentadas gradualmente, por lo cual pueden reaccionar al desarrollo de la demanda de forma más rápida que la energía hidroeléctrica.
• La energía solar fotovoltaica y la capacidad de almacenamiento hidroeléctrico de corto plazo se combinan de una manera óptima que permite reducir la generación térmica y aumentar la seguridad operativa en la estación seca;
• Durante los años secos, el viento es una herramienta valiosa para mantener los niveles de los embalses de temporada, lo que reduce la generación térmica y aumenta la seguridad del suministro.