Falta de competitividad afecta al usuario
La desconexión de plantas eléctricas privadas pone en evidencia un problema de eficiencia y competitividad del sector eléctrico, que repercute en los usuarios y sus tarifas.
El ICE señala, como principal razón para no renovar los contratos de la generación privada, que la demanda de energía está cubierta. Esta es una justificación de poca profundidad técnica porque los sistemas eléctricos siempre deben tener más capacidad instalada de demanda máxima, especialmente si son con base en energía renovable, como el nuestro.
La capacidad instalada debe ser mayor que la demanda siempre. La pregunta fundamental es ¿cómo atender a los clientes de la forma más competitiva con la capacidad instalada que existe? Esto requiere entregar primero la electricidad de las plantas más baratas hasta completar la demanda. Las plantas más caras no deben ser despachadas excepto si se necesita. Ese concepto imprime eficiencia y reduce las tarifas de los clientes.
En el caso específico de las plantas privadas a las que no se les renovó el contrato, la tarifa actual es de 5,4 centavos de dólar por kWh (33 colones por kWh al tipo de cambio actual), lo cual es un valor más bajo que los costos de algunas plantas del Grupo ICE; por lo que, en un despacho económico, a estas plantas privadas debería permitírseles producir y entregar su energía. Si eso no ocurre, se está desperdiciando una electricidad limpia y barata, para colocar en la red eléctrica, otra de mayor costo que pagan los consumidores.
El despacho de la electricidad (orden de salida) lo hace el Centro Nacional de Control de Energía (CENCE), que actualmente es una dependencia del ICE. Para evitar conflictos de interés, se requiere un CENCE autónomo del ICE, que establezca el orden de mérito de las plantas eléctricas según sus costos, independientemente de que su propiedad sea privada o pública, asegurando el mejor precio al usuario y la seguridad del sistema. Dicha autonomía ya ha sido requerida por el MINAE, la Contraloría, y la ARESEP. Esa es la práctica internacional, y es la forma de asegurar los costos más bajos. Nuestro sector eléctrico requiere mejorar su gobernanza, para que le brinde a los clientes el mejor servicio al mejor precio, y le brinde a los actores e inversionistas certidumbre jurídica. El ICE es y seguirá siendo un actor relevante; pero ciertamente no es el rector ni debe ser juez y parte.
Cuando se tiene electricidad suficiente para atender la demanda, la consigna debe ser el despacho de la energía más barata, para favorecer al cliente final, en particular cuando la economía necesita estímulos para generar más empleos. En el sector de generación privada hay seguridad de que las plantas desconectadas tienen precios competitivos. Su no contratación y falta de despacho refleja una falla del sistema eléctrico que reduce su eficiencia y afecta las tarifas del usuario final. Eso necesita una solución pronta en beneficio de los ciudadanos, y en beneficio de Costa Rica.
Adicionalmente, las plantas eléctricas que no puedan colocar su energía a nivel nacional; deberían contar con la posibilidad de exportarla hacia la región centroamericana, donde existe un mercado competitivo. No tiene sentido o explicación alguna cercenar esa posibilidad, desperdiciando generación limpia que produce riqueza, paga impuestos y genera empleo en el país.
Ing. Mario Alvarado Mora
Director Ejecutivo ACOPE